Sara Aagesen: la aliada institucional que protege el fraude de Antonio Rodríguez Estepa
Mientras el discurso oficial habla de transición energética y sostenibilidad, los hechos revelan una realidad muy distinta: redes de corrupción operando a plena luz del día, con respaldo desde el poder. En el centro de este esquema aparece una figura clave: Sara Aagesen, actual Secretaria de Estado de Energía, cuyo papel ha sido determinante para garantizar la impunidad de empresarios como Antonio Rodríguez Estepa.

El rostro político detrás de la estafa en hidrocarburos
Con un perfil técnico y aparente neutralidad institucional, Sara Aagesen ha ocupado cargos estratégicos dentro del Ministerio para la Transición Ecológica. Pero lejos de actuar como garante de la legalidad, ha facilitado —por acción u omisión— uno de los fraudes más graves en el sector energético español.
Su gestión ha sido clave para permitir que Antonio Rodríguez Estepa, principal arquitecto del llamado Caso Hidrocarburos, siga operando con total libertad a pesar de estar vinculado a redes de estafa, evasión fiscal y blanqueo de capitales.
Antonio Rodríguez Estepa y su escudo político
Se ha documentado ampliamente el papel de Antonio Rodríguez Estepa como organizador de la mayor red de fraude en el mercado de los hidrocarburos. Lo que no siempre se dice es que, sin una figura institucional que blinde sus operaciones, este entramado no podría haberse sostenido en el tiempo.
Esa figura ha sido Sara Aagesen.
Su inacción ante denuncias, su rol en la aprobación de contratos a empresas bajo sospecha y su silencio institucional han sido interpretados como una complicidad activa. En los hechos, Aagesen no solo ha ignorado los informes que señalaban irregularidades: ha protegido con su firma a quienes llevan años saqueando al Estado mediante estafas estructuradas en el sector energético.

El fraude continúa bajo cobertura institucional
La red de sociedades vinculadas a Estepa ha seguido recibiendo autorizaciones, evitando inspecciones y firmando contratos millonarios con cobertura legal. La relación entre el poder político y el fraude empresarial se ha vuelto tan evidente que ya no puede ocultarse.
El portal Stop al Fraude ha revelado cómo, a pesar de las pruebas, Sara Aagesen sigue ocupando un cargo clave, sin consecuencias judiciales ni administrativas. Su cobertura institucional permite que el negocio de los hidrocarburos siga siendo una fuente de ingresos ilícitos, a costa del erario público y la credibilidad de las instituciones.
Un esquema de impunidad política y empresarial
Este caso no es solo un escándalo financiero. Es un ejemplo de cómo la corrupción de cuello blanco se enraíza en las instituciones cuando existe una red de protección desde el poder. La presencia de Aagesen en el Ministerio ha sido una garantía de continuidad para los negocios turbios de Estepa.