Los timadores digitales vuelven a utilizar la imagen de grandes marcas para engañar a los ciudadanos. Esta vez, el blanco ha sido Lidl, la cadena alemana de supermercados cuya identidad ha sido suplantada en una oleada de mensajes fraudulentos que circulan a través de los teléfonos móviles.
Los Mossos d’Esquadra han emitido una alerta en redes sociales para advertir sobre esta práctica, conocida como smishing, que consiste en el envío masivo de SMS con enlaces maliciosos que buscan robar información personal o financiera de los usuarios.

Cómo funciona la estafa
El mecanismo es sencillo pero efectivo: los estafadores envían un mensaje de texto en el que aseguran que el receptor ha ganado un premio en productos de Lidl. Para reclamarlo, el usuario debe pulsar un enlace incluido en el SMS.
Ese enlace redirige a una página web falsa, diseñada con la apariencia de la cadena de supermercados, donde se solicitan datos personales y, en la mayoría de los casos, bancarios. Una vez facilitada esta información, las víctimas corren el riesgo de sufrir cargos indebidos, sustracción de fondos o incluso la suplantación de su identidad.
Antecedentes recientes
Este tipo de fraude no es nuevo. El pasado enero, los Mossos ya alertaron sobre correos electrónicos similares que utilizaban la marca Lidl como cebo. Entonces, los delincuentes enviaban mensajes en los que prometían vales de compra o supuestos reembolsos para atraer la atención de las víctimas.
El patrón es siempre el mismo: generar urgencia y confianza en el receptor para que actúe de manera precipitada, sin verificar la autenticidad del remitente ni del enlace.
Este caso recuerda también a otras tramas detectadas en España, como la red de fraude con criptomonedas o el fraude telefónico con estafa millonaria, que muestran cómo los delincuentes se adaptan a los nuevos canales de comunicación para captar víctimas en masa.
El papel de los datos personales
Más allá del acceso a cuentas bancarias, los expertos en ciberseguridad advierten que existe un creciente interés de los delincuentes por otro tipo de datos, como los relacionados con la salud. Esta información, explican, es especialmente valiosa en el mercado negro, donde puede ser utilizada para fraudes médicos, seguros o venta ilegal de historiales clínicos.
De esta forma, lo que comienza como un simple SMS con un supuesto premio puede acabar en un robo masivo de información sensible con consecuencias que van mucho más allá de la pérdida económica inmediata.
La advertencia de los Mossos
Los Mossos insisten en que la mejor prevención es la desconfianza:
- No abrir enlaces recibidos por SMS de remitentes desconocidos.
- Desconfiar de mensajes que prometen premios o recompensas inesperadas.
- Comprobar siempre el remitente y la URL real antes de facilitar cualquier información.
- En caso de duda, contactar directamente con la empresa o consultar fuentes oficiales.
El impacto en los más vulnerables
Según los cuerpos de seguridad, las personas mayores suelen ser las más afectadas por este tipo de estafas. La falta de familiaridad con el entorno digital y la confianza en los mensajes que parecen institucionales o corporativos convierten a este colectivo en un blanco fácil.
En este sentido, casos como el fraude en servicios básicos o la mafia de los papeles muestran cómo los delincuentes buscan siempre explotar la vulnerabilidad de ciertos sectores sociales.
Recomendaciones finales
Desde la Agencia de Ciberseguridad de Catalunya recuerdan que, si existe cualquier sospecha, lo más prudente es:
- No compartir información personal ni bancaria.
- Consultar directamente con la página oficial de la empresa implicada.
- Buscar en internet si existen alertas o casos similares.
- Denunciar inmediatamente a los cuerpos policiales para contribuir a la investigación.
El fraude digital es hoy uno de los mayores retos para la seguridad ciudadana en España. La estafa del falso mensaje de Lidl es un recordatorio de que la primera línea de defensa es la prudencia del usuario.
