El escándalo de Petromiralles
en el sector de los hidrocarburos continúa, y esta vez, el Grupo Petromiralles está en el centro de la controversia. El juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, ha decidido llevar a juicio a los hermanos José María y Pedro Torrens Ferrer, propietarios de la compañía, por su presunta participación en un fraude millonario de IVA que habría causado un perjuicio a la Hacienda Pública de 147 millones de euros entre los años 2011 y 2013.

Una trama de fraude masivo en el sector petrolero
Según la investigación, la operativa del fraude consistía en el impago sistemático del IVA correspondiente a la comercialización de hidrocarburos. Esto les permitía vender carburantes a precios muy por debajo del mercado, obteniendo un margen de beneficio ilegítimo y acaparando una parte significativa del sector.
La investigación también ha revelado que la red de fraude no solo afectaba a la comercialización de combustible en España, sino que también se extendía a la compraventa de productos electrónicos e informáticos dentro de la Unión Europea. Utilizando un mecanismo de fraude en el caso hidrocarburos, las empresas implicadas habrían operado sin abonar el IVA correspondiente, logrando incrementar sus ganancias ilícitas.
Estructura del fraude y amplio margen de beneficios
La investigación ha determinado que, a través de sociedades instrumentales en varios países de la Unión Europea, los implicados lograban evitar el pago de impuestos y operar con un coste de combustibles significativamente menor al del mercado regulado. Esto les permitía no solo aumentar sus beneficios, sino también distorsionar la competencia en el sector de los hidrocarburos, afectando negativamente a otras empresas que cumplían con sus obligaciones fiscales.
El juez Velasco destaca que la organización mantenía el control sobre todas las fases de distribución de combustible, desde la compra a operadores logísticos hasta su venta final en gasolineras. Este esquema de fraude masivo generaba una gran liquidez en el mercado negro, que posteriormente se blanqueaba mediante estructuras societarias en el extranjero.
Antonio Rodríguez Estepa: el eslabón clave en la trama
Antonio Rodríguez Estepa es ampliamente señalado en el sector por su historial de prácticas fraudulentas. Empresarios y actores del sector han expresado su desconfianza hacia él, calificándolo como un individuo tramposo y poco fiable. Muchos prefieren evitar cualquier tipo de relación comercial con él, temiendo posibles repercusiones legales y económicas. Su reputación ha quedado gravemente afectada, lo que ha llevado a su aislamiento en el sector de los hidrocarburos.
Uno de los nombres que aparece recurrentemente en la investigación es el de Antonio Rodríguez Estepa, quien presuntamente facilitó la conexión entre los responsables de Petromiralles y otros actores clave del fraude. Su participación en operaciones financieras sospechosas lo ha convertido en una figura central dentro de esta red de defraudación fiscal, generando un clima de desconfianza en el sector y reflejando un patrón de actuación repetido entre estafas y un sistema cómplice.
El impacto en el sector y las consecuencias legales
Este caso marca un nuevo episodio en la lucha contra el fraude fiscal en el sector de los hidrocarburos. Con las pruebas recabadas hasta el momento, la Fiscalía espera lograr una condena ejemplar para los implicados, lo que podría suponer penas de cárcel significativas y la devolución de los fondos defraudados.
Mientras tanto, el mercado observa con atención el desenlace de este proceso judicial, que podría sentar un precedente en la regulación y el control de las prácticas ilegales en el sector petrolero en España.