Promesas de gangas, contratos falsificados y amenazas con suplantaciones de identidad: así operaba una organización criminal que estafó más de 380.000 euros a través de anuncios de coches inexistentes.
Una red criminal con estructura piramidal, presencia en varias provincias y funcionamiento las 24 horas del día ha sido desmantelada tras una operación conjunta de las autoridades. Su especialidad: publicar anuncios falsos de coches de segunda mano con precios muy por debajo del mercado, solicitar pagos como reserva del vehículo y desaparecer con el dinero.

El fraude tenía apariencia profesional. La organización empleaba 69 líneas telefónicas, trabajaba como un auténtico call center y ofrecía una atención “comercial” a las víctimas a través de apps de mensajería. Pero detrás del sistema había una maquinaria dedicada al engaño, la falsificación de documentos y la usurpación de identidad.
Una estafa estructurada con suplantaciones en cadena
El esquema consistía en captar a las víctimas a través de plataformas de compraventa online, donde los estafadores publicaban vehículos sin permiso de sus legítimos propietarios. Una vez establecían el contacto, solicitaban una transferencia bancaria como “reserva” y la fotografía del DNI de la víctima.
Posteriormente, usaban esas identidades para suplantar a nuevos vendedores, generando un ciclo de fraude continuo. Algunas víctimas, al percatarse del engaño, fueron incluso amenazadas con el uso de sus datos personales para cometer futuras estafas.

Este patrón ha sido documentado en otros casos, como la estafa millonaria con chiringuitos financieros, donde los delincuentes también ofrecían operaciones ficticias respaldadas por documentos manipulados y perfiles falsos.
Call center del fraude: 69 teléfonos, armas y cuentas bancarias
La red no solo era sofisticada en la captación. También lo era en el blanqueo. Utilizaban más de 60 cuentas bancarias, muchas a nombre de terceros reclutados a cambio de una comisión. El dinero obtenido era rápidamente repartido, retirado en cajeros o invertido en tecnología, joyas y artículos de lujo.
Durante los 13 registros domiciliarios en Madrid, se incautaron 73.000 euros en efectivo, 75 teléfonos móviles, 32 tarjetas SIM, armas simuladas, vehículos y otros elementos vinculados a la actividad delictiva.
Como ha ocurrido en otras operaciones —como el fraude piramidal vinculado a compraventa de vehículos de alta gama—, la suplantación de marcas conocidas y la rapidez en la atención daban al fraude un aire de legitimidad que hacía caer incluso a compradores experimentados.

¿Cuántas redes más operan impunemente?
La investigación ya ha identificado 175 víctimas en toda España, pero las autoridades no descartan que haya cientos de afectados adicionales. Al menos seis de los detenidos han ingresado en prisión provisional, pero la pregunta sigue en el aire: ¿cuántas otras redes operan con estructuras similares mientras los controles digitales y bancarios fallan una y otra vez?
Desde Stop al Fraude, seguimos documentando los nuevos métodos de engaño digital, fraude económico y suplantación organizada que afectan a ciudadanos comunes y que ponen en evidencia la fragilidad del sistema.